En muchas ocasiones cuando enviamos un proyecto a imprenta surgen dudas sobre qué tipo de modelo de color escoger, RGB o CMYK. En este artículo se van a definir brevemente ambos modelos para esclarecer posibles dudas acerca de sus diferencias. También se va a hablar de cómo influyen en los proyectos de diseño gráfico y cuál es mejor escoger si se va a llevar a cabo una impresión digital.

¿Cuáles son las diferencias?

Antes de empezar a hablar de estos tipos de modelos, es necesario recordar que existen los colores primarios (rojo, verde y azul) y los secundarios o aditivos (cian, magenta y amarillo), que se obtienen mezclando los primarios.

– El término RGB está formado por las siglas de los nombres de los colores primarios en inglés: red, green y blue. Estos son los colores que se utilizan en este modelo, cuya suma da el blanco y cuya ausencia da como resultado el color negro.

Es el modelo que se utiliza normalmente en pantallas de televisión o en ordenadores. Cada píxel de una pantalla correspondería a un valor de rojo, verde o azul y en función del porcentaje de cada uno que se utilice, el píxel en pantalla se verá de un color u otro.

– El nombre del esquema CMYK también está formado por las siglas de los colores que utiliza: cyan, magenta, yellow y black. En este modelo, se combinan los cuatro colores para dar lugar a otros. Cuando un color está representado con un 0% quiere decir que no aparece, mientras que si tiene un 100%, significa que se trata de ese color en concreto (si el color magenta tiene un 100%, el resultado de la impresión será el mismo color magenta).

En este caso, el color blanco se consigue cuando todos los colores tienen un porcentaje de 0, mientras que el negro se obtiene cuando todos tienen un 100%.

¿Usar RGB o CMYK?

Tanto RGB como CMYK son esquemas que se emplean en las artes gráficas, pero es fundamental conocer las diferencias entre ambos modelos, ya que estos influyen en los proyectos de diseño gráfico que se llevan a cabo. No es lo mismo realizar un proyecto que va a ser visualizado en la pantalla de un ordenador o una televisión que realizar un proyecto que va a ser sometido a impresión, y cuando se trabaja en ello ya se tiene que tener en mente la finalidad para trabajar en un modo u otro.

En definitiva, el modelo que se tiene que utilizar si el proyecto está pensado para su visualización en pantalla es el RGB, mientras que se utilizará el CMYK si el trabajo es para impresión digital. Si se ha realizado el proyecto en RGB, es mejor pasarlo a CMYK antes de la impresión, para así evitar sorpresas. Hay que tener en cuenta que podremos pasar de RGB a CMYK (aunque los colores no se visualizarán igual) pero al revés será irreversible y los colores ya no podrán pasarse de nuevo a los colores exactos que ya teníamos. Tenerlo en cuenta antes de hacer los cambios en el proyecto de diseño.

Habrá que tener en cuenta al trabajar en el proyecto, que cada pantalla muestra los colores de manera diferente. Y no se verán con la tonalidad exacta que luego saldrá de imprenta, por lo que lo ideal es pedir una prueba de color ( sobre todo si imprimes gran cantidad de ejemplares).