Desde que se creasen las primeras máquinas de impresión hasta el día de hoy  el sector ha cambiado, y mucho. Hoy en día contamos con gran variedad de posibilidades, papeles, gramajes, tamaños,… y tipos de impresión según el proyecto que queramos realizar. Entre los métodos más usados y extendidos están la impresión offset y la impresión digital.

¿Qué es la impresión offset?

Es un método de impresión sobre distintos soportes derivado de la litografía, cuyo procedimiento consiste en aplicar una tinta líquida sobre una plancha metálica, generalmente, fabricada de aluminio. Su compleja maquinaria, compuesta por engranajes, rodillos y planchas metálicas, hace que sea posible la producción de miles de copias con inmejorable calidad y en poco tiempo.

Para imprimir se utilizan cuatro colores, CMYK (Cyan, magenta, amarillo y negro), la información del diseño se descompone en esos colores y un láser dibuja en la plancha lo que queremos imprimir. La calidad de la imagen es excelente.

Diferencias entre impresión digital y offset

Por su parte, la impresión digital es la más común del sector y es recomendable en el caso de que vayamos a necesitar pocos ejemplares. Hay que destacar que esta técnica suele ser bastante económica, pues no requiere de planchas. Sí de unidades de imagen fotorreceptoras que envía directamente el ordenador. Sin embargo, de 500 catálogos o 2.000 folletos en adelante, es más viable, rápida y económica la técnica offset.

No obstante, el método digital es bastante más práctico, puesto que la tinta seca realmente rápido y será posible finalizar el trabajo en el momento. Además, aunque no cuenta con la amplia gama de tipos de papel con la que cuenta el offset, permite imprimir sobre PVC, papeles sintéticos y otros materiales.

En cambio, con el método offset, aunque la impresión sea rápida, habrá que generar las planchas. Tras imprimir, hay que dejar que seque la tinta para evitar roces y después poder encuadernar, lo cual puede llevar varios días. Pero para compensar, podemos usar todo tipo de papeles (estucados, verjurados, cartulinas, gofrados…)

Según el tamaño del papel

Por otro lado, y dependiendo del tamaño del encargo, también será más aconsejable una que otra. En este caso, para grandes formatos habrá que usar la impresión offset, con la que se pueden imprimir hojas de 70 x 100 centímetros. En la digital, el límite de tamaño está en 33 x 48 centímetros.

Como se ha podido comprobar, la impresión digital presenta ventajas frente a la impresión offset y viceversa. Ambas son técnicas muy usadas y proporcionan excelentes resultados, cada cual con sus particularidades. Así pues, a la hora de elegir un método de impresión es preciso saber exactamente lo que se está buscando y esto depende directamente de lo que se quiera realizar.

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